
A veces la estupidez humana realmente te deja sin palabras. Por ejemplo, cuando el gran cazador blanco (generalmente) posa todo engreído y satisfecho sobre el cadáver de un tigre o un elefante.
Como si dispararle a un pobre animal indefenso con una gran escopeta fuera un acto de quién sabe qué coraje extraordinario.
Por supuesto, si le disparas a un león o a un elefante, siempre existe la remota posibilidad de que la "caza" salga mal, pero hay que decir que las probabilidades a favor de la "bestia salvaje" suelen ser muy escasas, dado que los "valientes" cazadores siempre se mueven en más de uno y tienen jeeps, rifles, radios, telescopios y todo lo demás.
Al final esa foto que los retrata sonriendo sobre el cuerpo de su presa es el más fiel testimonio de su insoportable vanidad.

A veces, hay que decirlo, hasta se multiplica la estupidez al cubo, porque no hay ni el más remoto riesgo de que la presa pueda responder de alguna manera y dañar al valiente cazador.
Este es el caso del raro pájaro capturado y asesinado en Indonesia por un tal Bobiean Siro, quien se hizo fotografiar muy satisfecho sosteniendo un raro ejemplar de cálao coronado, un pájaro con un colorido pico curvo, similar al cuerno de un buey.

Obviamente es una especie protegida: si uno actúa como un estúpido, debe hacerlo hasta el final, ¿no?
Pero no solo. Tras la valiente matanza, el valiente Siro se hizo inmortalizar posando con su trofeo y creyó oportuno publicar la imagen en las redes sociales.
Non fue una elección muy feliz. De hecho, alguien que hizo clic en la imagen no tardó mucho en darse cuenta de que el animal muerto pertenecía a una especie protegida.
Ahora el tipo corre el riesgo de cinco años de prisión y una multa de 9 mil dólares.
Pequeño consuelo para el pobre pájaro, pero al menos esperemos que la desventura del señor Siro sirva de advertencia a alguien más, aunque no le creamos mucho.
Porque ya sabes, la madre de los idiotas siempre está embarazada.